domingo, 31 de mayo de 2015

MIRAMELINDOS (Impatiens balsamina)

     Cuando eres niño deseas -aparte de hacerte mayor a toda velocidad-  que aquello que siembras o plantas, crezca y haga flores casi al día siguiente. El miramelindo cumple estos requisitos. Con calor germina rápidamente, crece con vigor y le gustan el sol y los riegos frecuentes. La floración es espectacular y llamativa y hasta la forma de hacer los frutos con las semillas es atractiva pues cuando están maduros es de los que estallan en los dedos dispersando las pequeñas simientes si no te espabilas en cogerlas. Y dura lo que dura el verano con lo que no llegas a cansarte de ellos.

     Le gustan las tierras  con mucho mantillo bien hecho y estiércol envejecido, que no sea fuerte. Los meses de calor primaverales son el momento de sembrarlos. En maceta son muy resultones. Lo de siempre: doble de tierra que el tamaño de la semilla y pensar que es una espiga, que no ramifica, de unos 40 cm. de altura.  Hay que tener mucho cuidado con las babosas y caracoles pues pueden llegar a hacerlos desaparecer cuando son pequeñitos. Ya sabéis: ceniza y caracoladas que ya estamos en los meses sin "r".

     Es una planta que se consigue fácilmente en las casas comerciales de semillas. Os pongo la foto del sobre de la empresa catalana Batlle que es de mis favoritas. Espero que no se me enfaden por tomar la imagen de su sobre cuando les hago  publicidad gratuita. Si les molesta que me lo digan y la quito.Y ánimo! A recuperar la infancia!


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